No deberías subestimar el valor de tu trabajo como diseñador, especialmente cuando estás dando tus primeros pasos profesionales después de la universidad. Encontrar clientes y determinar el precio adecuado para tus proyectos puede resultar desafiante en este punto de tu carrera.
Una estrategia convencional, que muchos diseñadores, incluyéndome, empleamos para establecer tarifas, consiste en contactar a agencias de diseño, empresas de impresión, o imprentas que ofrezcan servicios de creación de identidad visual, diseño de logotipos y branding (aunque algunas no deberían ofrecer este servicio). Al solicitar cotizaciones para proyectos similares a los que planeamos realizar, obtenemos un rango de precios en nuestra área local, lo que nos proporciona una referencia inicial para establecer nuestros propios costos.
Sin embargo, más allá de simplemente seguir este enfoque, es crucial evaluar si nuestro trabajo realmente justifica el precio que estamos considerando. En este punto, se recomienda una autocrítica profunda con respecto a nuestros proyectos. Después de elegir un precio dentro del rango obtenido, es esencial cuestionarnos: ¿realmente compraría alguien el trabajo que he realizado? ¿Vale verdaderamente el precio por ello?
No podemos fijar precios elevados si la calidad de nuestro trabajo es deficiente, ni fijar precios bajos si ofrecemos un trabajo de alta calidad. La equidad en la fijación de precios es fundamental; debemos establecer tarifas que reflejen la calidad y los resultados que entregamos, lo que nos permitirá ser competitivos tanto en el ámbito físico como en el virtual.
Además, es vital definir claramente qué entregaremos: ¿archivos digitales exclusivamente o productos físicos? Esto asegurará que el precio propuesto no se salga del presupuesto, considerando cualquier costo adicional relacionado con el material necesario.
La elaboración de un contrato u hoja de acuerdo es otra medida esencial para garantizar la transparencia en los términos del proyecto. Esto incluirá detalles sobre los elementos entregables, el alcance del trabajo, y los costos asociados, como licencias para imágenes o tipografías. Si se incluyen elementos sujetos a pago, estos deben estar contemplados en el presupuesto para evitar pérdidas financieras.
Al seguir estos pasos, podrás establecer un precio base que puede ser no negociable. Si un cliente tiene un presupuesto limitado, podrás considerar trabajar con él entregando un conjunto reducido de elementos o, alternativamente, ofrecer servicios por separado con tarifas más bajas. Por ejemplo, podrías tener un servicio completo de branding a un precio fijo, un servicio de identidad visual a un costo menor, y un servicio exclusivo de diseño de logotipo con una tarifa más baja, cada uno con sus respectivas especificaciones y restricciones.
Aquí tienes algunas recomendaciones adicionales sobre el establecimiento de precios en el diseño gráfico:
Investigación de Mercado Continua: Mantén una investigación de mercado constante para estar al tanto de las tendencias, tarifas y demandas cambiantes en el diseño gráfico. La evolución rápida de la industria puede afectar los precios y las expectativas del cliente.
Portfolio Representativo: Asegúrate de que tu portfolio refleje tu habilidad y estilo. Un portafolio sólido puede respaldar la justificación de tus tarifas. Incluye proyectos variados que demuestren tu versatilidad y calidad de trabajo.
Networking y Colaboraciones: Participa en eventos de la industria, redes sociales y comunidades en línea para establecer conexiones valiosas. Colaborar con otros profesionales del diseño o referir clientes puede abrir oportunidades para proyectos bien remunerados.
Educación Continua: El aprendizaje continuo es clave en diseño gráfico. Mantente actualizado con las últimas herramientas, técnicas y tendencias. La mejora constante de tus habilidades puede justificar tarifas más altas.
Valor Agregado: Considera ofrecer servicios adicionales que agreguen valor a tus proyectos, como asesoramiento estratégico en branding, consultoría de marketing, o incluso servicios de impresión. Esto puede diferenciarte y respaldar tarifas más elevadas.
Negociación Hábil: Desarrolla habilidades de negociación para discutir tarifas de manera profesional. Comprende las necesidades específicas del cliente y encuentra soluciones que beneficien ambas partes. La flexibilidad en la negociación puede ser clave.
Educación del Cliente: Educa a tus clientes sobre el valor del diseño gráfico de calidad. Explica el impacto positivo que puede tener en su marca y cómo tus servicios pueden contribuir al éxito de su negocio. Un cliente informado está más dispuesto a invertir en diseño de calidad.
Actualización Periódica de Tarifas: Revisa y actualiza tus tarifas regularmente. A medida que ganas experiencia y tu demanda aumenta, es justo ajustar tus precios para reflejar tu expertise y la calidad de tu trabajo.
Testimoniales y Referencias: Solicita y muestra testimonios de clientes satisfechos en tu sitio web. Las recomendaciones positivas pueden fortalecer tu posición al establecer precios y generar confianza en nuevos clientes.
Condiciones de Pago Claras: Establece condiciones de pago claras y políticas de facturación. Esto ayuda a evitar malentendidos y asegura que recibas una compensación justa y oportuna por tu trabajo.
Al aplicar estas recomendaciones, podrás no solo establecer tarifas justas, sino también construir una reputación sólida en la industria del diseño gráfico.
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